Aislamiento (El 3 del cerebro)
No me siento comprendido y no consigo realizarme en mi sociedad y en mi circulo de amistades. A causa de eso huyo hacia la soledad y me entrego a una vida de ermitaño. Como no avanzo nada y la situación me supera, quiero salir, hallarme lo más lejos posible. Traiciones, experiencias dolorosas y exclusión me empujan al aislamiento. Como soy un ser social, que normalmente convive con la familia o los amigos, el aislamiento supone el sacrificio de mi desarrollo social y, por lo tanto, estancamiento. Resignación y frustración son los frutos podridos del aislamiento. Comprendo mi situación y veo claramente que hay muchas personas distintas que podrían ser mis nuevos amigos y que solamente no saben que existo. Encuentro almas gemelas y construyo una nueva red social. Una retirada puede transmitir consuelo y seguridad temporalmente, pero no debería convertirse en una solución a largo plazo.
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