Evasión (El 7 del cerebro)
Quiero escaparme porque me siento amenazado o porque quiero evadirme de la responsabilidad. La fuga me parece la solución más sencilla, aunque no tiene porqué ser así. La huida, el escaparse, ha desarrollado su propia dinámica y se ha convertido en un automatismo que me incita a echarme a correr. Mi vida solitaria me separa de experiencias de profunda unión e íntima confianza. Con esa actitud no podré recibir el amor que puede surgir de una relación estable. No me separo de la corriente de vida y amor porque no hay necesidad de evadir conflictos. Utilizo mi razón para comprender de qué huyo y me responsabilizo de mis actos. Desarrollo nuevas pautas de conducta y estrategias para no seguir huyendo el resto vida y considero a la fuga sólo como un último recurso.
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